La toxoplasmosis es una enfermedad parasitaria, que puede ser peligrosa para el futuro bebé, en caso de que resulte infectado durante el embarazo. Por nuestra parte, nos gustaría aclarar unas cuantas dudas y aportar algún que otro consejo desde la parte veterinaria que nos toca, que es en el tema relacionado con el contagio por gatos.
¿Tengo que deshacerme de mi gato?
Los felinos son un refugio natural para este parásito, que se reproduce en sus intestinos. Un gato puede infectarse con toxoplasmosis al comer presas infectadas o carne que no se ha cocinado lo suficiente, o al beber leche no pasteurizada o agua contaminada. Los parásitos formas ooquistes en la tripa del gato y el gato excreta millones diariamente durante un periodo de hasta 3 semanas después de haberse infectado. (Los ooquistes no se pueden apreciar a simple vista, por lo que probablemente no tendrás ni idea de que tu gato está enfermo.)
Los ooquistes se vuelven infecciosos alrededor de 24 horas después de haber sido excretados. Bajo las condiciones idóneas, pueden vivir en la tierra, la arena o la caja de arena del gato y seguir siendo infecciosos hasta 18 meses. Durante este tiempo se esparcen, contaminando el agua, la fruta y las verduras e infectando a las especies de sangre caliente que los comen, incluidos los seres humanos.
Así que, aunque es posible infectarse con ooquistes que tienen toxoplasma a partir del contacto directo con las heces de un gato (por ejemplo, al limpiar la caja de arena de un gato que se ha infectado recientemente), también puedes estar expuesta a ooquistes en otro lugar (por ejemplo, al trabajar en el jardín, al comer verduras sin lavar o al beber agua contaminada).
¿Cómo puedo evitar infectarme si tengo un gato en casa?
• Haz que otra persona limpie su caja de arena y que lo haga a diario. Esto reduce el riesgo de infección porque los ooquistes no son infecciosos las primeras 24 horas después de haber sido excretados. Si no tienes otra alternativa que hacerlo tú misma, utiliza guantes desechables y después lávate bien las manos. Algunos expertos incluso sugieren utilizar una máscara en caso de que alguna partícula sea transportada por el aire al mover la arena.
• Para evitar que tu gato se infecte mientras estás embarazada, aliméntalo con comida especial para gatos o con restos de comida bien cocidos, nunca con carne cruda o poco hecha.
• Mantén a tu gato dentro de tu casa, de manera que no cace presas que puedan estar infectadas, como por ejemplo, ratones o pájaros. (De todos modos, recuerda que es posible que el gato atrape un ratón dentro de la casa.)
• Mantén al gato lejos del mostrador de la cocina y de la mesa en donde comes.
• Aunque es poco probable que el gato tenga parásitos en el pelo, es aconsejable que te laves las manos después de jugar con él, especialmente antes de comer.
• No traigas un gato nuevo durante tu embarazo ni juegues con gatos de la calle.
(Fuente babycenter.es)